Es importante para nosotros promover este proyecto dentro de la comunidad educativa: niños, adolescentes y jóvenes en instituciones educativas o gremios culturales; con mayores posibilidades de asumir nuevas maneras de reconocerse y relacionarse con el mundo; de romper viejos paradigmas y generar verdaderas transformaciones en sus comunidades.
Debe verse entonces, “La Piragua” como una herramienta pedagógica para el entendimiento idóneo de la historia que permite a los estudiantes tener una experiencia inmersiva: explorar, aprender y jugar al mismo tiempo. Cada taller tendrá una duración de cuatro días y se generarán diferentes temáticas de acuerdo a las particularidades étnicas, culturales y sociales de cada población; donde se buscara sensibilizar a los estudiantes frente a la importancia de la memoria para el mundo, generar aprendizajes tecnológicos y promover la participación activa. Se buscará puntualmente que los estudiantes salgan y exploren sus poblaciones, capturen las historias de su región a través de la app-tarraya y generen contenidos o elementos que contribuirán a la evolución del juego.
Nos encontramos precisamente, en la era de las multi-pantallas, donde se hace necesario, sobre todo en lugares atrasados tecnológicamente, generar metodología de enseñanzas que procuren educar la mirada y buscar la formación de la conciencia crítica, el descubrimiento del entorno y el desarrollo de las actitudes activas.
¡Te invitamos a subir a la Piragua! Unete a nuestros pescadores de historias.
Los aires salientes de los fuelles de una acordeón nos impulsaron por el río Guatapurí hasta llegar a una tierra de leyendas, donde los piragueros se dejaron llevar del olor del mango y el café con jengibre.
Llevados por las aguas del río Cesar, La Piragua desembarcó en Guacochito, para ser más precisos en la institución Educativa José Celestino Mutis. Allí nos recibieron los futuros piragueros de los pueblos cercanos de Guacoche, El Jabo, Las Raíces y Los Corazones.
Al llegar al valle, la brisa cálida que soplan los cañaguates impulsó nuestra piragua hasta las tierras de La Paz Cesar, cuna de acordeoneros, cantantes, comerciantes y almohabaneras. Al fondo del municipio se erige otra sierra, La del Perijá y más allá de sus cumbres, la frontera con el hermano país de Venezuela, así nos recibió la Institución Educativa San José.
Dejando atrás los aires de acordeones que evocan La Paz, y siguiendo la brújula que nos indicaba hacia los caudales del río Cesar, los piragueros tomamos el camino de los miles de puentes y vigilados por la Sierra Nevada recorrimos los antiguos campos algodoneros que en otrora le dieron grandeza al departamento del Cesar, hasta llegar a la tierra del mejor arroz del mundo en Badillo.
Finalmente nos subimos a La piragua para navegar por el departamento del Cesar. Iniciamos el primer Taller para remadoras y remadores en la Institución Educativa del corregimiento de Aguas Blancas, municipio de Valledupar. En esta pueblo digno y sobreviviente del Conflicto Armado, prevalecen historias con una riqueza cultural que teje pensamientos indígenas, afrodescendientes y campesinos.
Esta es una iniciativa, que busca hacer uso de la tecnología y colocarla al servicio de la construcción y recuperación de la memoria social. En sentido, El primer Taller Para Remadores es dirigido a niños y adolescentes (10 – 18 años) del pueblo palafito Nueva Venecia, un lugar alejado y apasionante ubicado en medio de la Ciénaga Grande de Santa Marta; donde se busca que los estudiantes salgan y exploren sus poblaciones, capturen las memorias de su territorio a través de medios tecnológicos y generen contenidos y otros elementos que contribuyan a la evolución del aprendizaje.